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Pueden traer animales cojos para ofrecer en el altar del Señor. También pueden traer animales enfermos y ciegos”. ¿Pretenden que esto no es malo? Si ustedes le regalan esos animales a su gobernante, ¿creen que los recibirá con gusto? ¿Creen que pensará bien de ustedes?». Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.

«“¡Que Dios tenga misericordia de nosotros!”, suplican. “¡Que Dios se apiade de nosotros!”. Pero, ¿por qué habría de apiadarme de ustedes cuando traen ese tipo de presentes?, pregunta el Señor Todopoderoso.

10 »¡Ah, si pudiera encontrar un sacerdote entre ustedes que cerrara las puertas y se negara a recibir ese tipo de sacrificios rituales! ¡No me traigan más esas ofrendas, pues estoy disgustado con ustedes, y me desagradan todas sus ofrendas! Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.

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